En los días de lluvia seca ,
que me manda el grandioso cielo,
que en mis días de lágrimas que no merezca,
las nubes me abracen como si fuera frágil obsequio.
Que mi peor momento nunca me avasalle,
que me mantenga firme en los latigazos de la vida,
que de ella no se me escape ni un detalle
y que consiga lo que quiero, la gloria merecida.
Que las flores sonrientes, se despierten a mi lado,
que por mucho que cueste llegar a la meta ,
yo lucho, y si pierdo, sonriendo, porque lo he intentado
que mi alma se sienta libre como el volar de una cometa.
Que sobrevuele rascacielos de colores,
que en el calendario de hoy en día mire hacia delante ,
que experimente en mis labios sonrisas de mil sabores,
y que mi corazón sea positivo, y de profesión, caminante.
Lucía Mingorance González.
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