Hoy no hay sentido ni sentimiento, no hay ni dolor ni brillo.
Mañana ya se va el hoy, como hoy se ha ido el ayer, y a veces me defino con mi tristeza, o con mi felicidad. La definición de un verbo como sonreír, que significa no dolor. La delgada línea entre ver en sueños y vivir la realidad; que parece que los sueños traicionan, o mienten, ¿qué ilusión tendré hoy? Nada me dice qué debo hacer, si andar o frenar, porque la dirección contraria de llorar es sequía, de nuevo me pregunto, ¿en qué dirección me llevará mi ilusión de hoy?
Lucía Mingorance González
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