Coge fuerzas para aventurarnos a un colectivo de alegría, a ver si pueden separarnos en esta noche sola y fría. Siéntete siempre conmigo, que esta maldita distancia no va a quedarse de testigo, mientras digo , que la ropa no me abriga , que sólo tú eres mi abrigo. No toleres las mentiras del destino enfurecido, yo te escribo y te pido, por favor:"quédate conmigo."
Lucía Mingorance González